¡Objetivos a la vista!

Como sabéis, estamos trabajando en la situación de aprendizaje “Juguetes, ocio y tiempo libre”, que empezamos antes de vacaciones de Navidad. Hemos hecho ya algunas actividades y talleres donde hemos puesto en práctica habilidades y competencias importantes y en las cuales los alumnos se han mostrado muy motivados.

Una de las tareas más importantes en cualquier situación de aprendizaje es ser conscientes de lo que se espera que consigamos en cada tarea y saber qué aprendemos con ella “a largo plazo”, en el marco que nos viene dado a nivel europeo de aprendizajes o “competencias para la vida” o lo que llamamos “aprendizaje permanente”.

En las situaciones de aprendizaje que trabajamos, una de las actividades más importantes es hacer visible este nivel de consciencia. Por ello les enseñamos a los alumnos una tabla con tres elementos:

Tareas o actividades:

Es el nivel más comprensible para ellos/as y más básico, ya que son las tareas que o bien proponen ellos o bien nosotras, y vamos dando forma y construyendo durante cada día. Un ejemplo de actividad diseñada por nosotras fue el análisis científico de anuncios publicitarios, sus colores, las acciones y oficios que se representaban, etc. Esta actividad la hicimos mediante debates de 10 minutos en cada mesa.

Otro ejemplo de actividad diseñada por los alumnos fue la planificación de talleres de actividades, donde los requisitos eran realizar un vídeo y planificar y organizar un taller o actividad, con ayuda o de manera autónoma (con todo lo que ello implica: preparación del material, temporalización, etc.).

Objetivos del proyecto:

Es un nivel intermedio donde los alumnos deben saber qué se espera de ellos. En el taller que eligieron hacer sabían que se esperaba que hicieran un vídeo de unos determinados minutos y que montaran una actividad de una duración específica, que implicara y fuera adecuada a todo el grupo y que tuviera una exposición oral clara y concisa.

Objetivos de aprendizaje:

Este nivel es ya el aprendizaje de las habilidades que queremos que adquieran para su vida diaria, dentro y fuera del contexto escolar. Hablamos de las habilidades para la vida. Este es el nivel donde más les cuesta tomar consciencia, pues en ocasiones estamos trabajando tan “a pie de aula” que es necesario levantar la vista para ver qué pueden hacer con esos aprendizajes más allá del colegio. Es necesario que sean conscientes del nexo que hay entre lo que se hace en el aula y lo que necesitan desarrollar para desenvolverse como personas que forman parte de una sociedad. Reconocer ese nexo es verle utilidad real a lo que hacemos en el aula y normalmente sentir un aumento de motivación sin precedentes.

¿Cómo se hacen conscientes?

Poniendo todos estos elementos sobre la mesa, desgranándolos y analizándolos. Los alumnos, solamente con la lista de las tareas y actividades, han podido relacionar perfectamente los objetivos del proyecto relacionados con cada tarea y, después, con un poco de reflexión, también los objetivos de aprendizaje. Hay quien pueda pensar que es una tarea demasiado compleja para ellos, más propia de un docente y su programación, pero lo cierto es que cuanto más partícipes los hagamos de sus aprendizajes, más se implican en ellos. En cuanto a la dificultad, es sorprendente cómo ellos mismos atan cabos cuando la lógica habla por sí sola.

Aquí tenéis el resultado (haced clic para verlo en grande y detallado):

Preguntas clave (para hacernos conscientes):

¿En qué ocasiones de tu vida crees que podrías necesitar planificar un proyecto?

¿Por qué nos ayuda la visión científica a comprender mejor nuestro entorno? ¿Podrías darme un ejemplo de esto?

¿En qué tipo de situaciones crees que te puede servir comprender el punto de vista de otras personas?

¿Conoces a alguien que sepa comunicarse muy bien oralmente? ¿En qué situaciones lo has observado? ¿De qué le sirve a esa persona esa habilidad?